El sabado en lo que corríamos de un lado para otro entre limpiando y arreglando la casa José encontró el mejor lugar para tomar una siesta. Hacía mucho frío y la chimenea estaba prendida.
La silla quedó ahí porque estabamos quitando unas cortinas y él se adueñó de un buen lugar.

A poco no se les antoja?
Besitos por montón

Conny
No hay comentarios.:
Publicar un comentario